Caos en Barcelona. Crisis en la ciudad

La ciudad española de Barcelona, vive una extrema situación. Dos transportes automotores se abalanzan sobre los transeúntes en la zona de la Rambla, llevándose por delante a todos los que podían. 

Diversos medios de comunicación, españoles e internacionales tienen sus cámaras y reporteros informando minuto a minuto lo acontecido.

La presencia policial es total. Hay un acordonamiento de la zona, impidiendo el paso, fuertemente armados. Se considera un posible atentado  terrorista.
Los afectados se cuentan por decenas, hasta las 3pm hora de España, se confirmaba la muerte de una persona, por el canal español Cuatro.

La cámaras de televisión muestran muchos cuerpos tirados en la calle, unos siendo atendidos y otros inmóviles; tanto adultos como menores de edad.

La tensión es total, se solicitó a las personas, sobre todo a los turistas que caminaban por el lugar, abandonarlo lo antes posible, para lograr el control sobre las calles  a la brevedad.

La solidaridad se hace presente, los taxistas han comenzado a prestar sus servicios de forma gratuita, traslados a personas necesitadas; al igual que algunos comerciantes, han proporcionado alimentos y ayuda a muchas personas. 


Este un doloroso ejemplo de crisis que vive una ciudad, un país. Donde los protocolos de seguridad y comunicación deben activarse de forma inmediata.

En términos nuestros, la información que se transmite debe ser muy cuidadosa y concreta. Los medios de comunicación, deben concentrarse en datos confirmados, contactarse con las autoridades oficiales y utilizar todas las herramientas disponibles.

La información sobre los heridos, sus nombres, nacionalidades, edades y otros detalles, pueden manejarse entre la oficina de prensa oficial y los hospitales respectivos. Quedaría a discreción de estos publicarlos por medios masivos.

Aunque el daño en imagen pública puede ser muy grande para la ciudad o el país, la reacción de este puede mermar en cuanto su manejo en la comunicación.

La información que facilite, el contacto con los familiares de los afectados, su respuesta policial ante los agresores, son cruciales en este tipo de crisis.